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El tamaño importa: las Políticas Pro-PyMEs y la Competitividad


Las PyMEs representan la mayor parte de las unidades económicas de México y constituyen la principal fuente de empleo  para los mexicanos. De su competitividad y subsistencia depende la calidad de vida de un número importante de ciudadanos. Este estudio analiza programas nacionales de promoción y atención a PyMEs en Chile, España, Taiwán y Estados Unidos, junto a programas estatales del mismo tipo, en Baja California, Estado de México, Guerrero, Puebla y San Luis Potosí.


La investigación responde a la inquietud de identificar prácticas gubernamentales para mejorar el desempeño y la competitividad de las PyMEs en México. Se llevó a cabo con el apoyo financiero de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) durante 2008. En ese año, la mayoría de los mexicanos trabajaba en PyMEs que en conjunto generaban más de la mitad del PIB nacional. Entonces y hasta la fecha, el panorama apuntaba hacia las PyMEs como palanca de competitividad para México.


Algunos de los hallazgos que se resumen en esta publicación se relacionan con la falta de capacitación, financiamiento, innovación y certificaciones que caracterizaban a muchas de las PyMEs mexicanas. Además, se encontró evidencia contundente de que los países más competitivos del mundo contaban con programas eficientes y efectivos de apoyo a PyMEs.  Así se demostró que la competitividad de los países está relacionada con la competitividad de las PyMEs.

Para efectos de este análisis, se tomó en cuenta la definición de competitividad emitida por el Foro Económico Mundial: “habilidad que tienen los países para proveer altos niveles de prosperidad a sus ciudadanos”. Con base en esta definición, se concluyó que para el caso de las PyMEs, hablar de competitividad quiere decir: la capacidad de producir, ofrecer y comercializar productos o servicios innovadores y de alto valor agregado, en las condiciones, cantidad y calidad que el mercado, en México y en el extranjero, demanda.


Algunas de las recomendaciones que se hicieron para establecer programas de atención y apoyo a PyMEs, a partir de los estudios de casos internacionales mencionados, son:


1. Considerar que la profundidad de la atención brindada a las PyMEs tiende a ir en proporción inversa al número de empresas beneficiadas.  Si bien es posible que lo deseable sea que los programas atiendan al mayor número posible de empresas, los presupuestos y tiempos necesarios para atender de forma profunda las necesidades de las PyMEs obligan a los implementadores a decidir entre pocas empresas y un compromiso y transforma­ción integral de las PyMEs; o atender a un número importante de empresas en una sola vertiente de sus problemas.


2. Estable­cer criterios claros para seleccionar a sus beneficiarios. En la práctica, se encontró que la mayoría de los programas no tenían criterios claros e institucionali­zados de selección de beneficiarios.


3. Involucrar activamente a las empre­sas de mayor tamaño y concientizarlas acerca de los beneficios de contar con PyMEs competitivas como proveedoras o empresas asociadas. Esto con el objetivo de incorporar a las pequeñas y medianas empresas a cadenas productivas. Así las PyMEs formarían parte de la producción, provisión, dis­tribución y comercialización de productos o servicios de alto valor agregado.


4. Tomar en cuenta la importancia de involucrar al sector privado. Con la presencia de la iniciativa privada, los programas se pueden vacunar contra la influencia de procesos o periodos políticos que no necesariamente coinciden con los intereses de las PyMEs.


5. Considerar la relevancia de garantizar la continuidad y objetividad de los programas. El éxito de los programas PyMEs debería ser mayor si se les institucionaliza más allá de los periodos de gobierno. Por ello es deseable que los programas de apoyo tengan reglas de operación, requisitos y procesos claramente establecidos.


6. Promover la certificación de las empresas para dar certidumbre a los agentes económicos que deseen interactuar con las PyMEs. La certificación puede ser particularmente impor­tante para PyMEs que buscan internacionalizar sus productos o servicios.


7. Tomar distancia del uso de empleos creados como un indicador directo del éxito de los programas PyME. Esto se debe a que en el corto plazo, las PyMEs beneficiadas por programas de apoyo pueden llegar a disminuir su número de empleados debido a la incorporación de automatización, innovación y sistemas de producción más eficientes.


8. Considerar la importancia de identificar el nivel de gobierno ideal para implementar las políticas públicas de apoyo a PyMEs. A la par, se señaló la relevancia de involucrar a los gobiernos municipales en la creación de institucio­nes público-privadas para las PyMEs.


9. Contar con la relevancia del papel de las instituciones académicas y universitarias en el diseño, la imple­mentación y el monitoreo de las políticas públicas de apoyo a PyMEs.


10. Considerar que la experiencia ha mostrado que el éxito de los programas de apoyo a PyMEs comienza con su diseño.


11. Partir de la base de que los resultados de los programas PyME tienen que generar los incentivos correctos para que los agentes privados, en este caso las PyMEs, mejoren su posición. De lo contrario, no habrá incentivos para mejorar la productividad, desarrollar tecnología o cualquier otra innovación que mejore el empleo y el ingreso de los trabajadores.


12. Considerar que los programas que subsidien ciertas actividades de las PyMEs deben estar dirigidos a aquellas inversiones o actividades que las PyMEs no harían sin el subsidio.


Otros proyectos


Índice Subnacional de Competitividad en Innovación de América Latina


Fundación IDEA colaboró con el Information Technology and Innovation Foundation (ITIF), junto a la Cámara Colombiana de Informática y Telecomunicaciones (CCIT), el Centro Mackenzie de Liberdade Econômica, Macroconsult y el Centro de Estudios e investigación Libertad y Desarrollo (LYD), para la elaboración de este reporte que tiene como objetivo poner al alcance de formuladores de políticas públicas los datos clave para reforzar la competitividad global de sus regiones y países. El índice compara las 182 regiones de Brasil, Chile, Colombia, México, Perú y Estados Unidos utilizando 13 indicadores, agrupados en tres categorías:

  • Fuerza laboral basada en el conocimiento: los indicadores miden el nivel educativo de la fuerza laboral, inmigración de trabajadores del conocimiento, empleo en los sectores profesionales, técnicos y científicos, y productividad del sector manufacturero.
  • Globalización: Los indicadores miden las exportaciones de alta tecnología y el ingreso de inversión directa extranjera.
  • Capacidad de innovación: los indicadores miden la proporción de hogares de una región suscritos a Internet de banda ancha, los gastos en I+D, cantidad de personal de I+D, creación de nuevas empresas, producción de patentes, nivel de progreso hacia la descarbonización e inversión de capital de riesgo.

Entre las principales conclusiones destacan: 

  • Estados Unidos cuenta con las primeras 47 posiciones del ranking, encabezado por Massachusetts, California y Washington. Mientras tanto, los estados de Mississippi, Alaska y Virginia Occidental ocupan puestos inferiores al de las regiones latinoamericanas con mejor desempeño. 
  • Ciudad de México, México; São Paulo, Brasil; Lima y Arequipa, Perú; y Bogotá, Colombia encabezan las cinco regiones con mejor desempeño en América Latina. 
  • Si bien las regiones de América Latina se encuentran por detrás de las de Estados Unidos en sus puntuaciones generales, existe menor variación entre sus puntuaciones regionales.
  • Las regiones peruanas, junto con muchas regiones de Colombia, Brasil y México se encuentran visiblemente rezagadas con respecto a las regiones estadounidenses en la adopción de banda ancha. A nivel subnacional, Estados Unidos sobresalió en los indicadores de capital de riesgo y solicitudes de patentes. 
  • Se recomienda que los formuladores de políticas públicas en América Latina impulsen la investigación y desarrollo (I+D) locales, el emprendimiento y las solicitudes de patentes para una economía resiliente con oportunidades de desarrollo de vanguardia.



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Reporte de la Mesa Redonda "Promoviendo investigación objetiva en propiedad industrial y ciencias de la vida en México"


Fundación IDEA, el Tecnológico de Monterrey, Geneva Network y el Centro de Propiedad Intelectual y Tecnología de la Universidad de Akron (UIAP) colaboraron en el desarrollo de la mesa redonda “Promoting Objective Academic Research on IP and the Life Sciences in Mexico”. Dicho evento generó un espacio de diálogo sobre los beneficios potenciales en materia de propiedad intelectual para México; de igual manera, propició una conversación sobre la importancia en el desarrollo e implementación de políticas públicas que favorezcan la innovación, la ciencia y la tecnología. 

La mesa redonda aseguró un debate diverso e informado con la participación de 22 personas expertas, nacionales e internacionales, quienes destacan en ámbitos como la academia, la sociedad civil, la industria farmacéutica y el sector legal. Los participantes coincidieron en que este evento fue una oportunidad perfecta para debatir las perspectivas de la propiedad intelectual y la innovación en México, así como las acciones que pueden emprenderse para abordar los retos regulatoriosla transferencia de tecnología y la cooperación en el sector farmacéutico nacional

Finalmente, las personas expertas manifestaron su intención de continuar con esta iniciativa de diálogo y cooperación, y expresaron su disposición a participar en futuros eventos.



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Perspectivas globales y política pública en innovación, ciencia y tecnología en el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá́ (T-MEC)


La innovación, la ciencia y la tecnología son habilitadores fundamentales para impulsar el desarrollo y reducir la brecha de desigualdad en México. Las disposiciones establecidas en el T-MEC sugieren una serie de retos y desafíos, tanto a nivel institucional como para la academia, la investigación y la industria. De igual forma, propicia una oportunidad para repensar nuestras políticas públicas a través del diálogo y la colaboración entre distintos sectores.

En ese sentido, Fundación IDEA junto con el Tecnológico de Monterrey y Geneva Network convocaron al Foro “Perspectivas globales y política pública en innovación, ciencia y tecnología en el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC)”. Dicho evento tuvo lugar en el Tecnológico de Monterrey, Campus Ciudad de México el 9 de agosto de 2023.

El foro estuvo organizado alrededor de dos paneles en los que comentaron los medios para el aprovechamiento del T-MEC para el desarrollo de sectores estratégicos en México; y sobre los mecanismos regulatorios y de políticas públicas para impulsar la capacidad innovadora de nuestro país. Contó con la participación de académicos/as, investigadores/as, especialistas y representantes de gobierno entre los que destacan el Diputado Javier Joaquín López Casarín, Presidente de la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Camera de Diputados; y la Dra. Ofelia Angulo, Secretaria de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad de México.

Durante el primer panel de discusión, enfocado en el aprovechamiento del T-MEC para el desarrollo de sectores estratégicos en México, se realizó un recuento histórico sobre la evolución de la relación entre nuestro país, Estados Unidos y Canadá desde la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte en 1992, hasta la actualidad. En ese marco, se destacó la importancia de generar mecanismos para incentivar mayor intercambio tecnológico, de capital humano y de investigación a nivel gubernamental, académico e industrial.

El segundo panel abordó los mecanismos regulatorios y de políticas públicas para impulsar la capacidad innovadora de México. En ese contexto, se destacó la necesidad de generar políticas públicas integrales que fomenten el conocimiento e importancia de la propiedad intelectual para la generación de innovación, así como para el desarrollo del capital humano y la participación de las mujeres en la investigación.

Galería:


Participantes de izquierda a derecha: Fernando Portugal, Director de Propiedad Intelectual, en la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica, A.C. (AMIIF); Stephen Ezell, Director del Centro para la Innovación en Ciencias de la Vida, ITIF; Xóchitl Pimienta, Directora del Departamento Regional de Ciencias Sociales y Relaciones Internacionales (moderadora); María Luisa Parraguez Kobek, Profesora e investigadora del Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales; y Marlon Omar López Zapata, Profesor del Departamento de Derecho del Tecnológico de Monterrey.




Participantes de izquierda a derecha: Fátima Masse, Directora de Análisis Económico y Social, Initiatives for Sustainable Development – ISD; Eulalia Méndez Monrroy, Directora Divisional de Patentes en el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI); Dip. Javier Joaquín López Casarín, Presidente de la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Cámara de Diputados; Carolina Agurto, Directora Ejecutiva de Fundación IDEA (moderadora); Ofelia Angulo, Secretaria de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad de México; y Emily Michiko Morris, Cátedra David L. Brenman y profesora asociada Universidad de Akron.



Participantes de izquierda a derecha: Dip. Javier Joaquín López Casarín, Presidente de la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Cámara de Diputados; Eulalia Méndez Monrroy, Directora Divisional de Patentes en el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI); Carolina Agurto, Directora Ejecutiva de Fundación IDEA; y Ofelia Angulo, Secretaria de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación de la Ciudad de México.


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